Pablo Ortiz perona
DIRECTOR DE PASOS Y ESCRITOR
Hermanos Madrigal,
«un racimo de poesía»
Los años de Guerra y Post-guerra, las necesidades, los campos de liego y el trabajo de sol a sol, aún siguen estando presentes en el alma de muchos hombres que vivieron aquellos años. Niños que, sin apenas escuela, presenciaron secuencias de hambre, de comercio ilegal a través del estraperlo dado que lo más habitual eran las cartillas de racionamiento.
Sobre estos episodios mucho saben los hermanos Madrigal Olmedo, caracterizados por la valentía de los tomelloseros, principalmente en las faenas del campo e imaginación a la hora de obrar la mejor faena para que, al final, aprovechando la luz del candil o el crepúsculo del día, para escribir unos versos que retrataron los rasgos y la colectividad que les rodeaba.
Éstas han sido algunas de las razones por las cuales José y Jesús Madrigal son los homenajeados del ‘V Certamen Literario de Mayores’ que organiza el Colectivo PASOS, consciente de que «los chasquidos que hace la tierra cuando asoman los primeros verdores, deben permanecer vivos».
Los distinguidos han solemnizado a la tierra y lo mucho que le ha dado al pueblo. Así, José se distinguía con la arada y habilidad con el tractor, ya que destacó en los diferentes concursos por donde pasaba, como fueron los de la Hermandad ‘Virgen de las Viñas’ y de la Feria del Campo de Manzanares, sin obviar otros primeros puestos en diversas poblaciones cercanas, lo que ha hecho que varias decenas de trofeos dulcifiquen los sueños de este insigne agricultor.
‘Labores de fe y amor’ es un trabajo poético en el que el autor ha hecho ideología de su profesión, de «campesino con Dios». Hablamos de un hombre sencillo y cercano, que hace una apuesta por «Sacarle fruto a la vida», honrando la figura de sus padres con un perfecto ramillete de sonetos, dignos de todos los elogios, como lo hiciera la Hermanad ‘Virgen de las Viñas’, cuando le rindió un sentido homenaje por la devoción que le procesa a la Patrona.
En similares sentimientos y aficiones poéticas se mueve su hermano Jesús, a quien no le importa haber cumplido 88 años para seguir «urgacheando» con el lápiz, si bien no olvida los tizones de la quinterías para engrosar sus primeros versos y sonetos, centrados en los placeres del campo, del pueblo o de la novia, dado que era costumbre cortejarlas mediante carta.
Desde siempre, fue conocido por sus versos en las tertulias de quinterías y fiestas más populares, como ‘San Antón’ o Romería, sin olvidar las típicas coplillas de carnaval con infinita ternura. Parte de su arte se vislumbra en sus libros ‘Palabras en el tiempo’ y ‘Pensamiento’, en el que selecciona unos doce mil aforismos. Incluso, Madrigal también se ha atrevido con el arte dramático tras ser el autor de ‘La Familia Robustiano’, entre sainetes en prosa y verso, que después era interpretada con gran acogida y pasión.
Jesús no suele ser partidario de certámenes, aunque no ha podido alejarse de la Hermandad ‘Virgen de las Viñas’ y la de ‘Peñarroya’ o el Centro de Servicios Sociales, donde ha sido agasajado y reconocido. Después la Peña de Tomelloso en Madrid supo del valor literario de este hombre y su preocupación hacia los enfermos más desfavorecidos, motivos más que suficientes para que recibiera el ‘Tomellosero del Año’.
Este artista es aún más creativo tras montar en su domicilio un taller artesanal para encuadernar sus propios trabajos literarios y otros más cercanos, considerados profesionales aunque lejano de las nuevas tecnologías.
Tras el retiro del mundo laboral, por haber cumplido la edad exigida, los hermanos Madrigal no perdieron su afán por la pluma, motivándoles en hacerse partícipes de la Asociación literaria ‘La Media Fanega’, formada por escritores locales amateur que participan en tertulias, consiguiendo que los poemas brillen con mejores rimas.
“Todo está vivo, sigue despertando al alba; crecen los hijos y los nietos, nos decrece el alma mientras olvidamos...”
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