jueves, 25 de agosto de 2011

Sección 'Rincón de la Salud'

MONTSE FERNÁNDEZ ALONSO

Esclerosis múltiple

        El veinticinco de mayo se celebró el día mundial de la esclerosis múltiple (EM) y seguramente muchos lectores habrán oído hablar de ella, pero tal vez desconocen en qué consiste esta enfermedad tan invalidante para el que la padece. Fue descrita por primera vez en 1868 y se considera un trastorno degenerativo y crónico del sistema nervioso central, compuesto de cerebro y medula espinal. Nuestro sistema nervioso central es el encargado de dar órdenes, a través de impulsos nerviosos, para que todo nuestro organismo funcione y podamos caminar, comer, hacer la digestión, respirar, llorar, reír, hablar en resumen controla todos los impulsos nerviosos que llegan a nuestros músculos para que todas estas acciones las podamos realizar.
        Me gustaría que se quedaran con dos palabras importantes que pueden ayudarnos a entender la EM y son  degenerativo e impulsos nervios.
        La causa de la EM es desconocida, pero lo que sí sabemos es que la capa que envuelve a los nervios y acelera la transmisión del impulso nervioso, llamada mielina, sufre un daño progresivo y los nervios van perdiendo poco a poco esta capa protectora, por tanto los impulsos nerviosos disminuyen o se detienen. El porqué se produce este daño en la mielina es lo que los investigadores tratan de aclarar, aunque se barajan múltiples causas y pueda estar relacionado con factores infecciosos, alteraciones autoinmunes y una predisposición genética para padecer esta enfermedad.
        Llegados a este punto, podrán imaginar que los síntomas van a depender de la zona del cuerpo en que los nervios se vean afectados y del grado de afectación, pues la conducción nerviosa estará enlentecida o bloqueada. Las alteraciones más frecuentes son musculares con pérdida de fuerza, fatiga disfagia (sensación de dificultad para tragar), espasticidad (músculos tensos y rígidos), pérdida del equilibrio; sensitivas con adormecimientos, sensación de descarga eléctrica, disminución de la sensibilidad; coordinación con inseguridad al caminar, torpeza con las manos, temblor, trastornos en el lenguaje(disartria); visuales con visión borrosa, visión doble, movimientos oculares rápidos e incontrolables; control de esfínteres con incontinencia o retención urinaria, estreñimiento o incontinencia rectal; sexuales con impotencia, disminución de la sensibilidad, falta de deseo y  otros síntomas cerebrales como disminución de la atención y de la capacidad de pensar, pérdida de memoria, dificultad para resolver problemas, depresión o sentimientos de tristeza. 
       Estos síntomas aparecen en forma de brotes que pueden durar días, semanas o meses.  En algunas ocasiones se pueden presentar de forma fugaz y transitoria, para considerarlos brotes deben presentarse de forma reiterada mas de veinticuatro horas. Y los síntomas van variando porque la localización y magnitud de cada brote puede ser diferente. La forma más benigna de presentación de la EM es la que se produce con pocos brotes y una recuperación total del brote y la más grave e invalidante  es la que tiene una evolución rápida desde la aparición del primer brote. El grado de incapacidad dependerá de la frecuencia de los episodios y la parte del sistema nervioso central afectado y para  alentar a los pacientes que la padezcan y familiares que  convivan con la EM, decidles que la mayoría de las personas con esclerosis múltiple continúan desempeñando sus funciones en su vida diaria y en el trabajo con una discapacidad mínima durante veinte años o más.
        La mortalidad de esta enfermedad está asociada a las complicaciones que surgen como infecciones respiratorias,  infecciones generalizadas y tromboembolismo pulmonar y no a la enfermedad en sí misma. 

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