La cereza es una de las frutas que más beneficios reporta, dada su salubridad y poder depurativo, además de tener un sabor suave, dulce y sabroso. Aporta gran cantidad de ventajas a nuestro organismo, con muchos nutrientes, que debemos incluir en nuestra dieta.
Es diurética, depurativa y ayuda a desintoxicar el cuerpo, teniendo en cuenta que es buena para eliminar líquidos, gracias al potasio y aporta numerosas vitaminas como A, B, C y PP.
Quizás, sorprenda el hecho de saber que no hay un sólo tipo de cerezas, al conocerse la existencia de cien clases distintas de esta fruta.
Bizcocho de cerezas
INGREDIENTES:
* 4 huevos
* 200 gramos de harina
* 200 gramos de azúcar
* 200 gramos de mantequilla
* 1 kilo de cerezas frescas deshuesadas
* 3 cucharaditas de café soluble
* Cerezas enteras para decorar o almendras fileteadas
* Azúcar glas
* Esencia de vainilla
* Ralladura de un limón
* 1 sobre de levadura
PREPARACIÓN:
Batir la mantequilla a punto de pomada junto con el azúcar, incorporar los huevos de uno en uno hasta unirlos todos, agregar la esencia de vainilla, la ralladura de limón, la harina tamizada y la levadura.
Enmantequillar el molde y enharinar, volcar la masa y echar por encima las cerezas deshuesadas. Poner el molde en el horno previamente calentado a 180 grados, más o menos unos treinta y cinco minutos, comprobar pinchando con una aguja, si sale limpia el bizcocho esta en su punto de cocción. Una vez frío se espolvorea con el azúcar glas, se adorna con algunas cerezas. Este bizcocho es ideal para meriendas.
Sorbete de cerezas con queso y miel
INGREDIENTES:
* 500 gramos de cerezas
* 200 gramos de queso fresco de tarrina
* 1 yogur natural
* 1 tetra brik de nata líquida
* Una lata de leche evaporada
* 400 gramos de azúcar
* 2 yemas
* Un vasito de leche
PREPARACIÓN:
Deshuesa las cerezas y tritúralas con el jugo que han soltado. Pon el puré en un bol.
Mezcla en la batidora el yogur, la nata líquida y la mitad del azúcar, y vierte la mezcla en el puré de cerezas. Llena un molde rectangular.
Congela, y cada 45 minutos, sácalo y bátelo con un tenedor. Repítelo tres veces y déjalo, sin volver a sacarlo.
Para la mousse de queso, mezcla la leche evaporada, el queso fresco y el resto del azúcar. Unta con mantequilla unos moldes individuales y llénalos con la mezcla de queso. Tapa con papel film y congélalo.
Deslíe en una cazuela la miel sin que hierva. Añade las yemas de huevo y mézclalas. Vierte poco a poco la leche, sin dejar de remover. Si hiciera falta, añade un poco más de leche, ya que deberá quedar como una salsa trabada. Vierte esta salsa dulce en una jarrita y servir.
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