jueves, 19 de mayo de 2011

Sección 'Fisio-Salud'

DAVID BERMÚDEZ NIETO
(Fisioterapeuta y osteópata de ‘Calmar’)

 
Ondas de Choque Extracorpóreas

         Esta técnica, desconocida para la mayoría de la población, puede evitar la intervención quirúrgica en patologías tales como: espolones calcáneos, calcificaciones, tendinitis crónicas etcétera, lo que facilita una rápida incorporación a la vida normal y deportiva.

        ¿Qué son?
        Son una terapia que actúa mediante una onda acústica de alta energía que se introduce el cuerpo de forma radial. Puede conseguir un efecto analgésico y antiinflamatorio, un aumento temporal de la vascularización, la fragmentación de depósitos de calcio y la estimulación de la formación de hueso en pseudoartrosis.

        ¿Para qué sirven las ondas de choque?
        Las ondas de choque se utilizan como tratamiento de múltiples patologías sin necesidad de utilizar cirugía. Entre otras, señalaremos las siguientes:
        - Epicondilitis o codo de tenista.
        - Epitrocleitis o codo de golfista.
        - Tendinopatías de Aquiles y del tendón rotuliano.
        - Fascitis plantar o espolón calcáneo.
        - Síndrome subacromial.
        - Tendinitis calcificante de hombro.
        - Osteonecrosis (necrosis avascular de cadera, rodilla y pie).
        - Retardos de consolidación de fracturas (pseudoartrosis hipertrófica).
        - Roturas fibrilares mal cicatrizadas y esguinces mal curados.

        Contraindicado en los siguientes casos
        No se pueden utilizar en personas que padecen tumores óseos o metástasis, en embarazadas o niños en fase de crecimiento, en personas a tratamiento con anticoagulantes y en pacientes con marcapasos.
        Tampoco están indicadas en la columna cervical ni en las costillas.

        ¿Cuándo se nota la mejoría?
        La terapia de ondas de choque es líder en el manejo del dolor. Existe un período inicial en el  que el paciente comienza a percibir un efecto analgésico (reducción inmediata del dolor y mejora de la movilidad y funcionalidad), posteriormente, puede aparecer de nuevo el dolor y, finalmente, entre la tercera y quinta semana de tratamiento, comienza una progresiva mejoría.
        Cada sesión de tratamiento dura unos 5-10 minutos. La mayoría de las lesiones requieren de 3 a 5 sesiones que se realizan con 3-10 días de diferencia.

         Consejo profesional
         Dados los buenos resultados que he obtenido con esta técnica (90 por ciento de éxito) aconsejo a todos los pacientes que tengan alguna de las patologías mencionadas anteriormente que, antes de acudir a una cirugía, pruebe las ondas de choque, evitando así los efectos no deseados de una intervención quirúrgica y facilitando, de este modo, su incorporación a la vida normal.


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