miércoles, 30 de marzo de 2011

SECCIÓN 'RINCÓN DE LA SALUD'

MONTSE FERNÁNDEZ ALONSO
(Diplomada en enfermería)

Cáncer de mama, prevenir y sanar

        Hace tan sólo unos días hemos escuchado públicamente que una relevante mujer se retiraba temporalmente del panorama político, por tener que someterse a una operación quirúrgica en relación a un posible cáncer de mama. Tal vez, muchos tengamos a alguien cercano con este mismo diagnóstico o, por desgracia, que ese ser querido no esté entre nosotros por esta dolencia, teniendo en cuenta que, en el siglo XXI, existen métodos para su diagnóstico precoz y tratamiento.
         Es importante conocer el alcance de esta patología para concienciarnos de la importancia del diágnóstico precoz, ya que es la «enfermedad maligna» más frecuente en la mujer de los países desarrollados; se estima que el riesgo de padecerla es aproximadamente una de cada ocho mujeres, aunque no es exclusiva de la mujer, si bien, en un pequeño porcentaje la pueden padecer los hombres.
         Partiendo de la base que el cáncer de mama, se origina en el tejido de la glándula mamaria, cuya función principal es la producción de leche durante el período de lactancia, está rodeada de tejido graso que proporciona consistencia y volumen a la mama. Ante ello, voy a darles unas indicaciones breves de cómo prevenirla y los síntomas clínicos que pueden aparecer.
         No se asusten si les digo que en fases precoces de la enfermedad, el cáncer de mama no suele producir ningún tipo de síntomas, pues a pesar de ello se puede diagnosticar cuando la mujer acude habitualmente a sus revisiones ginecológicas y participa en programas preventivos, que en Castilla-La Mancha se hacen a partir de los cuarenta y cinco años. Dentro de estos programas de prevención se usa la mamografía, pues es la exploración más eficaz para detectar precozmente los tumores malignos, es una prueba sencilla y no dolorosa, aunque si algo molesta por la presión que se ejerce sobre las mamas. En las mujeres menores de cuarenta y cinco años se recurre a la ecografía mamaria. Quiero insistir en la importancia de la revisión ginecológica, pues en mujeres jóvenes no incluidas dentro del programa de prevención, esta es esencial, así como una autoexploración mamaria, siempre cinco días después de la menstruación.
         La forma de presentación de los síntomas clínicos es diferente según el estadio de la enfermedad y fundamentalmente incluye palpación de una masa dura e irregular en axilas o mamas, dolor a la palpación, retracción del pezón o secreción espontánea de líquido hemático o seroso a través de éste, cambios en el tamaño, irregularidades en el contorno, alteración en la piel como heridas, hundimientos, cambios de color y aparición de lo que se denomina piel de naranja (aspecto similar a la piel de dicha fruta). Ante cualquiera de estos síntomas es importante acudir a un médico, para que le haga una exploración más exhaustiva.
        En lo referente al tratamiento de esta enfermedad, decirles que está íntimamente ligado al tamaño de la lesión, grado de extensión a otros órganos o sistemas y por supuesto a su diagnostico precoz. En base a estos principios se usarán distintas técnicas, combinadas o no, como la terapia hormonal, radioterapia, quimioterapia, y la cirugía parcial o total de la mama. Hace unos meses, aparecía en la prensa escrita, el descubrimiento, por parte del grupo de científicos de investigación del cáncer, dependiente de la universidad de Salamanca y el CSIC, un nuevo tratamiento contra los tumores mamarios más graves, basado en la combinación de dos fármacos que impiden la reproducción del tumor, y que podría estar al alcance de las afectadas en un plazo de dos años. Confiamos que este hallazgo sea un primer paso para frenar las muertes por este tipo de cáncer y aumente la calidad de vida de las mujeres que lo padecen.


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