lunes, 17 de octubre de 2011

Agricultura - Histórica calidad de la uva

Histórica calidad de la uva

        La recolección de la uva en Castilla-La Mancha ha estado caracterizada por la calidad, aunque ha mermado entorno al 20 por ciento respecto a una campaña normal, arrojándose unos datos por encima de los 19 millones de hectolitros, en la que se ha adelantado  debido a las condiciones favorables de la primavera y el verano.


        El ‘Mildiu’, una de las enfermedades más temidas por los viticultores, y el pedrisco han provocado que la vendimia haya mermado un 20 por ciento aproximadamente en tierras manchegas sobre una campaña normal, a excepción de varios términos muy afectados como Argamasilla de Alba, Manzanares a Ciudad Real capital o Socuéllamos hasta Las Mesas, en el que la reducción ha llegado del 30 al 50 por ciento.
        En el ecuador de la cosecha, la Cooperativa ‘Virgen de las Viñas’ informaba de una entrada cercana a los 134 millones de kilos de uva (cuando tiene una capacidad 165), destacando la magnífica calidad (como no se había visto en muchos años) con una media de 12 grados boumet para la blanca y 13 para la tinta.
        Según la gerencia de la Cooperativa, la vendimia arrancó a inicios de la segunda quincena de agosto para recoger las variedades tintas y blancas más tempranas, mientras que el 5 de septiembre se generalizaba, algo inusual, porque suele realizarse diez días después. 
Respecto a los precios, en Tomelloso han sido superiores en un veinte por ciento aproximadamente a los de 2010, estando a 2,62 kilo grado en las tablillas, como consecuencia, previsiblemente, de haber menos producción y mejores expectativa de mercado.  
        En similares condiciones Bodegas ‘Crisve’, otra de las más importantes, anuncia que pueden estar en 55 millones de kilos, un 35 por ciento menos sobre un año normal, siendo el pedrisco el mayor causante del descenso, aunque el producto igualmente muy bueno y similar en el adelanto de la cosecha al 16 de agosto, iniciada con la recogida de las varietales blancas ‘Chardonnay’ y ‘Sauvignon blanc’, seguido del ‘Moscatel’, ‘Macabeo’, ‘Ver-dejo’ y el tradicional ‘Airén’, mientras que en tintos, se encontraba el ‘Cencibel’, ‘Syrah’, ‘Merló’ y ‘Garnacha’,  entre otras.
        En cuanto a la mano de obra, el cincuenta por ciento de los vendimiadores han sido manchegos y el resto inmigrantes, siendo contratados por un jornal de cuarenta a cincuenta euros diarios, donde los empresarios agrícolas han tenido que correr con los gastos de la Seguridad Social.
        La reconversión de los viñedos que se ha venido produciendo paulatinamente en la última década, gracias a los fondos europeos, ha propiciado que los nuevos cultivos de espaldera estén haciendo desaparecer la tradicional imagen de las cuadrillas de vendimia-dores, así como las largas colas de espera en las cooperativas y bodegas para volcar la uva en las tolvas.


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