lunes, 17 de octubre de 2011

Seccion 'Rincón de la salud' - Cuidemos nuestro cerebro: derrame, isquemia cerebral, ACV...


MONTSE FERNÁNDEZ ALONSO
(Diplomada en enfermería)

Cuidemos nuestro cerebro:
derrame, isquemia cerebral, ACV...

        Hace más de dos mil cuatrocientos años, Hipócrates, el padre de la medicina describió el accidente cerebro vascular como el “inicio repentino de parálisis” y en tiempos antiguos se conocía con el término “apoplejía” un término general que los médicos aplicaban a cualquier persona que repentinamente padecía parálisis.
        Actualmente se sabe que las enfermedades cerebrovasculares (ECV) son alteraciones transitorias o definitivas del funcionamiento de una o varias zonas del cerebro, ocasionado por un trastorno de la circulación sanguínea cerebral.
        Los signos y síntomas asociados a esta patología derivan de la falta de oxigeno al cerebro, producido por una hemorragia de un vaso sanguíneo (derrame cerebral) o la obstrucción del mismo (isquemia cerebral).
        Existen varias clasificaciones de las enfermedades cerebro vasculares ya que son múltiples los factores asociados a ellas, pero sería extenso y complicado, y mi fin no es que sean unos expertos en la materia, de modo que trataré los más conocidos como son el accidente cerebro vascular (ACV) y el accidente isquémico transitorio (AIT).
        La gran diferencia entre ACV y AIT radica en el tiempo de duración de cada uno, mientras que en el accidente cerebro vascular los síntomas se mantienen más de veinticuatro horas, en un accidente isquémico transitorio se resuelven en unos minutos, no más de quince, con recuperación completa en menos de veinticuatro horas y sin signos de lesión en las pruebas de scanner o TAC que se realizan.
        ¿Qué signos y síntomas nos pueden hacer pensar que estamos ante una ECV? El más conocido por todos es la desviación de la comisura labial, es decir, la boca se le va hacia un lado. Pero hay otros síntomas que nos pueden avisar, como son el dolor de cabeza que aparece de forma repentina cuando se está durmiendo y te despierta, que empeora al cambiar de posición o al mover la cabeza. Mareos o sensación de anormal de movimiento, confusión o pérdida de memoria momentánea, torpeza, somnolencia, pérdida de conocimiento, dificultad para tragar alimentos, debilidad muscular en brazos o piernas, dificultad para hablar entender, leer o escribir, falta de control de esfínteres, perdida en la coordinación de movimientos. Aclarar que los signos y síntomas van a depender de la parte del cerebro afectada.
        Centrándome en el accidente cerebro vascular, decirles que puede ser producido por una hemorragia o por una obstrucción de un vaso sanguíneo, como ya señale al referirme en general a las enfermedades cerebro vasculares, dependiendo del origen se tomaran diferentes medidas terapéuticas para tratarlo. Pero no quiero entrar en hablar acerca del tratamiento de esta enfermedad, ya que corresponde al terreno más profesional, sin embargo si me gustaría tratar la importancia de su prevención.
        Existen factores de riesgo que influyen de manera negativa en nuestro cerebro y por tanto aumentan las posibilidades de tener una ECV, pero que son modificables o controlables por nosotros, como son la obesidad, sedentarismo, hipertensión arterial, diabetes y consumo de tabaco, alcohol, drogas y anticonceptivos orales. Por el contrario hay otros factores no modificables como son la edad, sexo, raza y la herencia genética. La combinación de varios factores modificables y no modificables puede entrañar un riesgo alto de padecer este tipo de enfermedades, cuanto más factores de riesgo existan mayor será el de padecer una ECV.
        La hipertensión arterial es uno de los factores de riesgo más importantes y modificables, tanto la tensión sistólica o superior como la diastólica o inferior aumentan el riesgo de un ACV o AIT, toda tensión arterial por encima de 160/90 requiere atención y tratamiento médico. El ejercicio físico, la pérdida de peso, la reducción de sal en las comidas y el tratamiento farmacológico de la hipertensión arterial son pilares importantes para controlar este factor de riesgo. Igual de importante es mantener las cifras de glucosa en valores normales, pues la diabetes unida a otros factores de riesgo aumenta las posibilidades de padecer ECV.
        El tabaco por si solo es muy perjudicial, si se deja de fumar se disminuyen los riesgos. En relación a las drogas, la cocaína es la que aumente significativamente el riesgo de enfermedad cerebro vascular.
        Respecto a las mujeres que toman anticonceptivos orales, tienen más riesgo aquellas que fuman, tienen hipertensión arterial y padecen jaquecas, por si solos los anticonceptivos no provocan ECV, tiene que existir factores de riesgo asociados.

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